SEMBLANZA

Luis Salvador Efraim Salazar Arrué, conocido en el mundo de las artes y las letras hispanoamericanas como Salarrué, nació en Sonsonate en 1899 y falleció en San Salvador en 1975. Fue el segundo hijo del malogrado matrimonio de Joaquín Salazar Angulo y María Teresa Arrué.


Sus estudios básicos los inició en el Colegio Municipal de Sonsonate y los continuó en San Salvador a raíz de la decisión de su madre, separada de su marido, de trasladarse a la propiedad de José Francisco Núñez y Victoria Arrué en Santa Tecla, muy próxima a la capital. Sus primeros estudios de artes los hizo en la academia fundada en 1915 por Spiro Rossolimo 1 donde tuvo como compañero a su primo hermano, el reconocido dibujante Toño Salazar.


A los 16 años viajó a Estados Unidos a realizar estudios en la Corcoran School of Arts, en Washington D. C., gracias a una subvención del gobierno, y en 1918 debutó como pintor en la pequeña galería Hisada de esta ciudad. Su nombre figura entre los “Notable Alumni” del periodo 1890 y principios de 1900.2


De regreso en El Salvador, en diciembre de 1919, ofreció sus servicios como profesor de pintura a domicilio y diseñador de jardines; también colaboró en la revista Germinal y fue editor artístico de Espiral, una importante revista que se publicó entre 1922 y 1923.3

 

Tuvo desde muy joven una clara identificación con diversas corrientes de pensamiento oriental, particularmente con la teosofía, muy en boga por aquellos años, que profesará toda su vida y le servirá de inspiración para su obra, si bien no se afilió a ninguna logia o sociedad. El trazo de su firma y otros detalles gráficos que aparecen en las ilustraciones que hizo para Espiral revelaran tempranamente sus inclinaciones hacia el esoterismo teosófico.

 

Sus identificaciones simbólicas, sin embargo, no son exclusivamente teosóficas. En El Cristo negro (1926), la primera novela salvadoreña, su protagonista es un fraile dispuesto a hacer el mal para evitar que el prójimo peque por sí mismo, algo que podría inscribirse en la doctrina cabalística según la cual la función del mal es crear en las personas las circunstancias para acercarse al Creador.

 

En su segunda novela, El señor de La Burbuja, publicada en 1927, Javier Rodríguez, el protagonista, una suerte de alter ego del autor, posee libros sobre Yoga y de autores como Krishnamurti y Annie Besant. Estos signos presentes en la obra de Salarrué formaban parte del “imaginario oriental”, un pensamiento literario-estético alternativo y políticamente disidente 4 que abrazó una parte de la comunidad letrada hispanoamericana.


Su libro de relatos O-Yarkandal. Historias, cuentos, leyendas de un remoto imperio (1929), podría caracterizarse como un libro cuyo lenguaje e invención penetran dentro de la tradición de los libros sagrados, y de las literaturas orientales, con una diáfana calidad poética. 5


El año siguiente publica el relato Remotando el Uluán (1932), donde a través de su uso del lenguaje sensorial, subvierte juguetonamente el discurso positivista y los discursos científicos y sociológicos de inicios del siglo XX conectando a los personajes humanos con la naturaleza.6


Su libro más conocido, Cuentos de barro, publicado en 1933, un claro exponente de la vanguardia heterodoxa hispanoamericana, 7 trasluce el dolor de los campesinos mestizos y de los indígenas salvadoreños. Esta colección de cuentos ambientados en el mundo rural borra las jerarquías raciales y las fronteras entre lo humano y lo no humano. 8

 

Entre 1931 y su fallecimiento en 1975 publicó, entre otros, los libros Eso y más (1940), Cuentos de cipotes (1945), Trasmallo (1954), La Espada y otras narraciones (1960), La sed de Sling Bader (1971) y Catleya Luna (1974).

 



1 Anónimo (1919). “Rossolimo, Slav Painter, Fugitive in New York”. The New York Times, 19 de mayo [recorte sin fecha], New York.
2 Corcoran School of the Arts/Columbian College of Arts Science. “Notable Alumni Late 1890s-Early 1900s”.
https://corcoran.gwu.edu/notable-alumni
3 López Vallecillos, Ítalo (1974). El periodismo en El Salvador, p. 247-248. Editorial Universitaria, San Salvador,

4 Ortiz-Wallner, Alexandra (2018). “Orientalismos, canon y archivo en la ciudad letrada latinoamericana”. Iberoromania, No. 87, p. 99, Berlín-Boston.

5 Ramírez, Sergio (1985) Prólogo a «El ángel del espejo y otros relatos», Biblioteca Ayacucho, Caracas.
6 Sánchez Salvà, Marta (2021) El kaleidoscopio salarrueño. Desplazamientos y devenires en la obra literaria y pictórica de Salarrué, p. 12. Doctoral Thesis for philosophiae doctor (PhD) At University of Bergen.
7 Sánchez Salvà, Marta (2014). El «regionalismo» en Cuentos de barro de Salvador Salazar Arrué, p. 25. Tesis de maestría en Español y Estudios Latinoamericanos. Departamento de Lenguas Extranjeras Facultad de Humanidades, Universidad de Bergen.
8 Sánchez-Salvà, Marta (2021). El kaleidoscopio salarrueño. Desplazamientos y devenires en la obra literaria y pictórica de Salarrué, p 152. Doctoral Thesis for philosophiae doctor (PhD) At University of Bergen.

 

 

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