*Óscar Arnulfo Romero nació en Ciudad Barrios, departamento de San Miguel, El Salvador, el 15 de agosto de 1917. Es el segundo de ocho hermanos. Proviene de una familia humilde, con profundas raíces cristianas y trabajadora. Estudió en el Seminario Menor en San Miguel, comenzó a estudiar filosofía en el Seminario Central San José de la Montaña en San Salvador. Fue enviado a Roma, en 1937, para completar sus estudios en la Pontificia Universidad Gregoriana y el Colegio Pío Latinoamericano. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942 en Roma. Durante su estadía en Roma, profundizó el sentido del sacerdocio como servicio a la Iglesia y a los pobres. El 24 de diciembre de 1941, por ejemplo, después de frecuentar algunos pobres en las cercanías de plaza San Pedro en Roma escribió: “Los pobres son la encarnación de Cristo. A través de los trapos, las orejas, el hedor de las llagas, las sonrisas de los aturdidos, el alma caritativa descubre y adora a Cristo”.
En Roma, pudo conocer la dimensión universal de la Iglesia. El Papa llegó a ser para él un punto esencial de referencia. Desde Pío XI a quien admiraba por el trato que supo conservar ante las poderosas dictaduras. Y concibió el principio de su ministerio sacerdotal como servicio a la Iglesia diocesana: “Deseo ser una hostia para mi diócesis”, escribió Romero el día de su ordenación sacerdotal. El Señor le reservó literalmente este destino con la muerte sobre el altar mientras estaba empezando el ofertorio. Ese día fue él la hostia ofrecida al Señor sobre el altar.
*Fuente: adaptada y tomada de la Biografía del sitio romeroes.com